El área que alberga el monumento al indio Girara tiene forma circular dando así origen a una rotonda. Contiene una placa alusiva a la historia de los indios Giraras pertenecientes a la familia lingüística Arawak.
En la época de la conquista se identificaron varios grupos indígenas tales como arauquinoides pertenecientes a las familias guahibo y arawak establecidas en asentamientos sedentarios que fueron sometidas por los españoles. Los aborígenes no eran propiamente salvajes, ya que exhibían pautas civilizadas enmarcadas en la cohesión política y una especialización económica que algunos grupos habían logrado cierto desarrollo, como fue la agricultura, la caza, la pesca y la siembra de la palma de cumare y el moriche.
Para inmortalizar a esta raza bravía que dio origen a la población de Tame, se levantó este monumento que se inauguró el 22 de marzo de 2.009 para la celebración del Tameño Nato.