Es un espacio de una ubicación privilegiada, donde el visitante tiene la oportunidad de disfrutar de un paisaje sin igual, ya que fue aprovechada una meseta desde la cual se observa la llanura. Se aprecian, desde allí, especies de palmas como el chontaduro, el moriche, el cocotero, la areca, la palma de cumare, y otros árboles nativos del territorio. En la parte baja se observa la carretera que conduce al río Tame y San Salvador, un puerto sobre el río Casanare que constituye la ruta de salida hacia el centro del país. A lo lejos, la vista de las fincas ganaderas representa otro de sus atractivos. Además del paisaje de las sabanas tameñas también es posible, de acuerdo a las condiciones climáticas, la observación del Parque Nacional Natural El Cocuy. Este espacio de tranquilidad, descanso y contemplación ha sido acondicionado por la Administración Municipal con quioscos, zonas de alimentación y espacios de rumba.
El espacio físico cuenta con algunas bancas basureros y sobresale una placa en concreto con la descripción del paisaje que desde allí se observa tomada del cronista de indias Juan Rivero donde resalta en palabras suyas la esplendidez y magnificencia de los llanos.